Los pueblos con más encanto de la Costa Blanca
La Costa Blanca reúne todos los requisitos para brindar el mejor turismo de sol y playa. Pero ,si investigáis un poco más, descubriréis que ofrece mucho más que eso.
Tanto en la costa como en el interior, este destino turístico esconde varios de los pueblos más pintorescos y bonitos que se pueden visitar. Algunos destacan por su entorno natural, otros por su peculiar arquitectura y otros por la historia que cuentan sus calles. Déjate sorprender por los pueblos con más encanto de la Costa Blanca:
Altea
Sus calles blancas, el casco antiguo y la preciosa cúpula azul que sobresale en el paisaje, convierten a Altea en uno de los pueblos más pintorescos de Alicante.
Se sitúa en una hermosa bahía de la comarca de la Marina Baja y su altura nos permite admirar una vista panorámica del mar Mediterráneo que enamora a todo el que lo visita. Cuenta con un patrimonio arquitectónico muy interesante como la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con sus dos cúpulas azules muy características, el Templo del Arcángel Miguel o las dos torres que se alzan en el pequeño pueblo.
Es un lugar idílico para pasear tranquilamente, disfrutar de las vistas y descubrir las tiendas de artesanía y restaurantes que se encuentran en sus calles.
Guadalest
Situado a más de 500 metros de altitud sobre el nivel del mar, la localidad de Guadalest es uno de los pueblos de interior con más encanto de toda la provincia.
Se caracteriza por su enclave natural y por tener unas vistas impresionantes a su gran embalse de color azul turquesa. Aunque, también ofrece una variada oferta cultural con sus 8 museos, algunos tan peculiares como las Casas de Muñecas o el Museo de Microminiaturas. Sus restaurantes y tiendas ofrecen al visitante todo lo necesario para una escapada rural perfecta.
Polop de la Marina
Alejado del bullicio de la costa y situado en el interior de la provincia de Alicante, esta localidad ofrece un precioso contraste entre las tonalidades verdes del entorno y el blanco de sus casas.
Polop muestra una estructura típica de la época medieval, donde las estrechas calles se adaptan perfectamente a la forma de las rocas. Si te adentra un poco, conocerás algunos de sus monumentos más importantes, la Iglesia de San Pedro y los restos de un antiguo castillo.
Villajoyosa
Este municipio situado a solo 10 kilómetros de Benidorm es una pequeña joya de la Costa Blanca. Y es que sus coloridas casas y ese carácter pesquero que inunda cada rincón, atrapa a cientos de turistas cada año.
Villajoyosa, o más conocida como “La Vila”, no solo es famosa por sus pintoresco colorido, también lo es por su delicioso chocolate y por ofrecer un turismo más relajado y discreto que otras localidades costeras cercanas.
Jávea
Además de una preciosas playas de agua cristalina y un clima cálido privilegiado, Jávea es una localidad en la que se puede disfrutar también fuera del agua. Este municipio se divide en tres zonas; el puerto, el Arenal compuesto por el núcleo urbano y las playas y el casco antiguo.
De este bonito pueblo destacamos el casco histórico situado a solo 2 km de la costa y su recinto amurallado que guarda un laberinto de calles empedradas, plazas y rincones con mucho encanto.